domingo, 26 de septiembre de 2010

Los 7 pecados capitales


Juguemos a conocer los 7 pecados capitales en función de la conversación de madrugada entre dos hermanas tan dispares como el día y la noche. Sí, mi hermana y yo.

Me despiertan de mi quinto sueño para informarme de las desventuras de la famosa capea benéfica... mi atención se ve claramente perjudicada y mi capacidad de procesar información y crearme una opinión al respecto es nula. Sólo quiero dormir... ACIDIA

Comienza el relato con un hombre al que mi hermana, cariñosamente, denominó "mastodonte"; de camisa blanca, pelo engominado con la raya en medio y orejas que no pasaban desapercibidas; conduciendo un BMW y demostrando la capacidad de socialización de un pedrusco... finaliza el relato con una servidora pataleando en la cama a las cinco de la mañana... INVIDIAEl anteriormente mencionado BMW llama la atención de todos los asistentes a la capea no por su lujo, sino por su rosario colgando del espejo retrovisor... ¡Para desgraciar un coche no te compres el más caro del mercado!...AVARITIA

Volviendo al individuo y a su hermano: invitados de honor que, puesto que debían abandonar el evento temprano, pudieron disfrutar de una comida que se resume en un bocadillo de jamón. Por supuesto mi hermana quería bocadillo de jamón... GULA
Y haciendo alusión al hermano, me confirman mis sospechas. Hace no mucho ya os enseñé la diferencia entre lo que es malo y lo que es bueno. Bien, me confirman desde la redacción que el hermano, efectivamente, es malo. Y si eso se une a que es hortera y no se quita las gafas de sol de cristales cual espejos tenemos la SUPERBIA. ¡¡Ojo, que las gafas eran de Armani!!

Sigo confirmando viejas sospechas, ahora me remonto a mis quince años viendo partidos de fútbol en casa con mis padres y mi tío. A cada corner le acompañaba siempre mi intervención: "gol de Owen, de cabeza". Owen me encantaba y mi hermana corrobora mi apreciación... LUXURIA
Y me queda el mejor. Señoras y señores, mi incursión en el fabuloso mundo de la caracterización ha servido para que "ÉL" -sí, el del pelo engominado y las orejas grandes- se gane la desaprobación del miembro más influyente en mi vida.
En resumen: ¡¡Yo la dejo monísima y ella me veta el capricho!! IRA

Puntos a favor de toda esta historia: Ya sabe de mi existencia... "la hermana de la rubia".
Exactamente ¡¡¿por qué me pasan a mí estas cosas?!!


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