miércoles, 5 de enero de 2011
Queridos Reyes Magos
Muy buenas tardes sus Majestades. Un año más os escribo mi carta con la esperanza de que la leáis y mantengáis viva, así, la magia que tiene esta noche.
Este año la verdad es que no sé si he sido buena o mala, si merezco regalos o junto a mi zapatilla sólo encontraré carbón. Lo que sí sé es que he sido fuerte y, cuanto menos, justa y fiel a mi modo de pensar. Así que yo os escribo pidiéndoos alguna cosita y si veis que me la merezco pues me la dejáis en el salón. ¿Os parece?
Bien, quiero empezar este año por mi regalo más importante, un regalo que no es para mí pero que realmente desearía que me lo cumplieseis.
Os pido, desde aquí, fuerza para todo aquel que, aunque de sobra la tenga, necesite una pizca de más. Entregadle de mi parte una sonrisa aunque yo no la pueda ver.
Y, ya que estoy, os pediría un camino muy largo. No para mí, sino para un pequeño angelito que conozco y que de verdad se lo merece.
Sé que los tres sois magos y no necesitáis que os cuente mucho para entender de qué o quiénes os hablo, a buen entendedor pocas palabras bastan.
Si no os supone mucho esfuerzo, que espero que no, os pediría como segundo regalo un poquillo de suerte en exámenes (especialmente con nuestro amigo el calaveras) y trabajos. Para mí y para mis chicas.
Nos graduamos este verano una vez terminadas unas prácticas que sé que van a ser los tres meses más increíbles de nuestra vida y me gustaría que pudiésemos pasarlos sin preocuparnos por septiembre. Sé que podemos con ello solitas, somos listas, trabajadoras (algunas más que otras) e ingeniosas, pero no nos vendría mal algo de suerte, una chispita.
[Entre nosotros, la baja permanente de doña Berta desde hoy en adelante sería un acto por el bien común, no os lo pido directamente pero, oye, sabéis tan bien como yo que es algo equiparable a la paz mundial]
Para mi familia os pido calma y buenas noticias y para toda esa gente que me rodea no os pido ni salud ni dinero ni amor, os pido infinidad de grandes momentos dignos de ser recordados y muy pocas lágrimas; alguna sí porque hacen crecer, pero no muchas.
Por lo demás creo que no necesito mucho. El 10º de Rossi confío en él y en su Ducati ciegamente, sé que lo logrará el sólo maravillándonos como sólo él lo sabe hacer.
La 10ª del Madrid también son muy capaces ellos, más este año que tenemos a Iker de capitán, ese portero está destinado a levantar copas al cielo, recordad el mundial.
Un novio no me hace falta, de hecho no sabría donde meterlo ¡¡me falta espacio en el armario!!…
La inspiración la pongo yo y la suerte… tengo tanta… si acaso os pido tan sólo un nuevo álbum lleno de vida, aunque tengo que rellenar el 2010 con sus dos últimos meses.
Y para terminar, como único regalo gamberro de este año, os pediría que le concedieseis su regalo al Tarzán de Camas… no hay más que ver cómo se viste, necesita urgentemente una yo en su vida, de hecho me necesita a mí. El chico ha sido bueno, ha ganado un mundial, si no es entrometerme yo creo que hasta se lo podéis conceder aprovechando mis 22.
Sin más iremos a veros mi prima, mi hermano y yo a la Cabalgata, el año pasado me puse malita y no pude ir pero este año no falto. Con la cámara cargada y muchas ganas de veros pasar camino de Cibeles, tanto a vosotros como a la carroza de la fundación S. Down de Madrid, que ya sabéis que la cabra tira al monte.
Para caramelos no creo que nos dé, os lo prometo, cada año que pasa los niños de las carrozas comen más y lanzan menos. Sólo espero que ninguno me de en la cabeza como los que lanzaba el señorito Ramos cuando hizo de Baltasar, armas de destrucción no registradas, os lo digo yo.
Y por la noche lo de siempre, os dejaremos bien preparadas unas tacitas de chocolate caliente (en las tazas grandes, no en las del pollo que son una birria anticonstitucional), un buen trozo de roscón sin nata y sin sorpresa, que no se sabe cómo ni por qué esa siempre le toca a mi madre. Agua para los camellos y, para hacer más llevadero el camino una copita de cava.
¡Oh!, una advertencia. A Lula ya la conocéis y sabéis que ni se os acerca pero Luca está de visita y como aun es un cachorrito le gusta jugar… vamos que yo no me sentaría con ella en brazos que tiene las uñas muy largas.
Sin más me despido deseándoos que no se os haga muy larga la noche, que despertéis ese brillo en la mirada de todos los niños que vean sus regalos bajo el árbol y que no coincidáis con ningún control de alcoholemia, que a base de copitas caritativas el positivo iba a ser importante.
Os quiere,
Andrea
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