miércoles, 21 de octubre de 2009
Soy
Me he pasado mucho tiempo escondida por temor a perder por ser yo misma. Sabiendo que lo que guardo dentro no es fácil, que mi apariencia engaña y que no me gusta todo lo que veo en mí.
Escondida tras una realidad que no era tal, que era una frágil fachada a la que me he aferrado por miedo a perder los últimos resquicios de una antigua verdad o no tan verdad.
Ahora no me importa que hay, me importa quién soy
Soy quién cree que palabras como: "te necesito tanto a mi lado... no me faltes nunca" sólo se dicen si se habla con sinceridad. Que implican compromiso y lealtad y crean una unión que nada puede romper.
Soy infinidad de sueños en papel que no conocen límites, cuya llama no se apaga, cuyo calor renace una y otra vez de sus cenizas.
Soy quién pasa de la risa al llanto de un salto, la que se busca su propia libertad y pone límites a sus penas. A quién le duele la ausencia de quién dice estar presente y quién sonríe al pensar en quién ni siquiera existe.
Quién cree en el Para Siempre. En que todo es recuperable si me dejas intentarlo. Quién borra el pasado porque Nunca Es Demasiado Tarde y la realidad se me queda pequeña a la hora de envolver con mis propias locuras.
Soy la niña que juega con las muñecas de su propia imaginación y la mujer que sabe poner los pies en la tierra aunque su cabeza siga en las nubes.
Soy lo especial de lo que hago. Elemento de un conjunto reflexivo que se relaciona consigo mismo "yo tonta, tonta yo". Parte y todo de mi mundo.
Soy el duende de ojos azules que me enseña a levantar, soy su montura brillante que le lleva a la historia de los más grandes. Soy las lágrimas que se abrazan con la sonrisa de emoción que provoca.
Soy gestos, soy un abrazo sin motivo y una sonrisa sin razón.
Soy quién cree en que "te quiero" es la frase más grande que existe y que decirla no es gratis, el precio es el esfuerzo de hacerla eterna. No es un premio, o es real o no existe, no engaña.
Soy sus arruguitas bajo los ojos, soy su sonrisa, el escudo sobre su pecho; quién hace ficción el sueño.
Soy ella, soy toda una vida en común. Soy un silencio que no pesa y la comprensión sin palabras.
También soy ella, la luna que nos une. Soy quién dibuja sonrisas en su rostro aunque me cueste encontrar la pintura adecuada a veces.
Aunque no esté, soy ella también. Soy esa voz rasgada que nos conquista, dentro de un hombre tan tan tan pequeño. Soy un frapuccino de nutella.
Y él, soy su presencia ausente, la calma de su espíritu. La seguridad de su voz y la particularidad de su risa. Soy su habilidad para encontrar las palabras adecuadas en todo momento.
Soy la dueña de parte del pasado de cada persona que ha pasado por mi vida, soy cada recuerdo alegre o triste.
Soy ellas, soy los paseos por los pasillos por recomendación del médico y las risas mal disimuladas. Soy cada M&M que engorda y cada minuto menos para las 21.30.
Soy sincera, soy ella. Soy un "fuimos" del que solo me quedan recuerdos, el pasado que ya no espero y cada día extraño. Soy cada te quiero que no digo y todos los que sí dije. Soy quién no te faltará nunca, quién ni quiere ni puede alejarse de ti aunque a veces haga intentos absurdos porque no entiende las cosas.
Y, por supuesto, también soy ella. Soy cada uno de los kilómetros que nos separan y el pequeño rinconcito junto a mi corazón donde te llevo siempre. Soy cada discusión que después muere y se olvida. Soy mi profunda admiración por ti, soy cada una de tus sonrisas, soy nuestra amistad, cada despedida que no es más que un futuro reencuentro.
Y soy las dos a la vez, el lazo que une vuestras muñecas, un tercio de cada una.
Y soy las tres. Soy cada época mala que refuerza nuestro Para Siempre. Y cada época buena que lo hace brillar.
Soy una flor que renace y se marchita, que se abre y cierra, que no deja de aprender.
Soy un corazón de cristal de Murano que llega a tener la dureza de los diamantes.
Soy cada momento que he vivido, cada sol, cada tormenta. Mi sonrisa de colmillo vampírico y nariz arrugada.
Soy tú mismo durante estos minutos que te detienes a leerme.
Soy su ficción, la música que cambia su estado de ánimo, cada dibujo en su pared, cada llama que consume un pasado en aquella papelera de su habitación.
Soy todo, soy nada... pero ante todo soy yo y me he cansado de esconderlo.
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