jueves, 9 de junio de 2011

Se acerca el gran día


Y entonces se vuelve cómico recordar viejas glorias de aquella categoría que se pierde en la memoria como tantas otras antes de ella... Las dos y medio son tan historia como lo es el dominio de aquel italiano que se difumina hoy entre los últimos puestos de la clasificación.
Recuerdo que trae de la mano otro, cuanto menos, tan peculiar como el primero.

El recuerdo de una tarde de sol en el cielo y nubes en la memoria ante el final de una vida más que gastada.
El tiempo pasando a paso rápido y a disgusto por vestir improvisado, "parando el reloj".
Había olvidado ya que fui portadora del vino... no italiano, del que nos hizo campeones del mundo, aunque ese fuese más bien oriental... vino de tradición arraigada en lo que fue mi mundo y hoy mi añoranza entre escalones vertida.
Volviendo siempre la vista atrás antes del primer escalón, siguiendo adelante una y otra vez como ocurrió también entonces... recuerdo de chaqueta marina que se pierde entre las sombras de unos ojos que nunca perderán su brillo dorado.

Aquella fue la mayúscula, mañana el punto y final del relato.
Sin improvisación, sin prisa, sin vino, sin traje azul, sin una última mirada, sin una promesa incumplida, sin ti.

De borgoña a celeste en una estampa bastante familiar aunque menos solitaria... Ser princesa de aquel príncipe que no apareció.


Pearl Harbor-Airplanes


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