De niños crecer es una aventura, un cúmulo de ansia y deseo por enfrentar nuevos retos pues la confianza es ciega y el orgullo de un desafío logrado no se puede comparar con ningún otro premio. Ponerse solo el abrigo es un triunfo que causa el aplauso de los presentes, subir de curso un paso más hacia una nueva meta -cada cual que archive la suya- cada día uno más que se suma al colgante de experiencias que crece a medida que se soplan las velas de una tarta.
A medida que creces esa confianza se pierde a medida que el juego aumenta su nivel de dificultad. Creernos capaces de comernos el mundo no resulta tan sencillo y la aventura de vivir y crecer se torna un precipicio al que ninguno queremos llegar. Pues hacerlo, significa dejarnos caer a un vacío en el que no nos salvan las caricias de mamá.
Encontrar el lugar en el mundo al que poder pertenecer no resulta tan divertido como cuando se soñaba despierto entre amigas, planeando un futuro en el que cada una supliría las necesidades de las otras. Ahora es una realidad que empieza por creer que somos capaces... siempre después de unas cervezas y los birretes al aire.
OTH-I don't wanna be
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
No hay comentarios:
Publicar un comentario