domingo, 4 de julio de 2010
Ficción, el mejor escape de la realidad
-No me has dicho tu nombre-observa y su mano se alza queriendo tocar la piel de su brazo. Se detiene en el aire, la timidez vence al deseo y cae de nuevo, rozando la tela vaquera de su pantalón.
-¿Y mi nombre importa?-pregunta ella alzando las cejas con curiosidad, esperando descubrir una nueva realidad.
Él se encoge de hombros.
-No sé quién eres.
Ella sonríe y su mirada brilla con inocente diversión sabiendo que en su mano está mostrarle una verdad en la que no ha reparado al estar demasiado anclado en la superficie.
-Soy quién te ha sorprendido sin conocerte, quién te regala un ángel y te roba un beso, quién cumple las promesas que otros lanzan al viento, quién acompaña de hechos cada palabra, quién te arranca una sonrisa con un beso en la nariz-se acerca a él y se pone de puntillas para alcanzar su oído antes de susurrar-. Soy una bruja que atesora recuerdos en una caja de zapatos azul celeste.
Cuando la realidad se torna absurda y decepcionante la ficción se convierte en escape y refugio.
Lucas Peyton-This years love
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