Los 22 llegaron con una gran decepción, podría decirse que los 23 hacen su entrada en escena de la misma manera ... o al menos lo intentan porque el comportamiento de una rubia con la madurez intelectual de un grillo no se podrá comparar, jamás, a la sensación de perder la canción que hace empequeñecer las sombras...
Un año que se va dejando el listón muy alto con la llegada de aquella brillante llama a mi propio cuento, una llama que regaló todo su calor antes de convertirse en la más brillante de las estrellas. Una luz que llenó de equilibrio mi realidad.
Que perdió por la lluvia la serenidad de acompañar a una madre en su silencioso camino pero ganó en plenitud al poner punto y final a una larga historia contada por tres niñas.
Un tiempo para ser princesa en negro y sandalias del plata de las estrellas, y de romper con un pasado que es la cruz de una moneda en la que yo soy la cara... cara y cruz jamás se juntan.
Tiempo de recuperar un eterno pasado y crear un nuevo futuro, el que regala cada nueva adquisición, el de una nueva aventura lejos de la seguridad,
Y un año que culminó con una eternidad en el recuerdo de todos los que lo conocimos.
Siempre, sin olvidar jamás, que soy piscis y mi signo... va ligado al mar.
Que los 23 sean, al menos, tan buenos como los 22...
Brooke Davis-Rebel
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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
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