sábado, 15 de septiembre de 2012

En un cuento sin mi príncipe


Con el influjo y la calma de las olas del mar se perdió mi mirada más allá de una ciudad de ensueño. Una pequeña aldea medieval de casas de colores y tejados rojos, un alto en el tiempo para dejarse conquistar por un escenario que invita a los sueños.
Volver y desear perderse allí de nuevo, ojalá la próxima vez te pierdas tú conmigo.


Megara-Wonderland 










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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura



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