Cada comienzo no es sino un reto aceptado. El día a día hace florecer en el camino nuevos desafíos pendientes de ser aceptados. Unos los ignoramos por el bien de nuestro propio autoconcepto, demasiado cobardes como para enfrentarnos a una derrota que sabemos casi segura. Otros ni siquiera captan nuestra atención pues carecen de intención hacia nosotros. Y después están aquellos que captan nuestra mirada en un instante de indecisión, ese en el que confluyen más de mil razones dispuestas a decantarse por el bando del "jamás" o por el bando de "y si esta vez sí". Toda decisión se toma en ese instante en el que el balance de fuerzas se equilibra y cae como una construcción de bloques hecha por un niño.
Es entonces cuando a un pie le sigue el otro en pasos que parecen crear a su alrededor una nebulosa donde cada creación es posible. Instante previo a la razón cuando el sentimiento y la inspiración confluyen en una posibilidad real e infinita donde todo cabe y nada se ordena. Después la sensatez de una mente adulta se entromete dispuesta a dotar de sentido al caos y la inspiración se encauza hacia lo coherente creando una idea en el barro de la fusión entre las mareas de la inspiración y la solida tierra de la sensatez.
En esa arcilla moldea el artista cada rama de su vieja idea pudiendo crear de una sola posibilidad todo un roble de realidades. De esa idea surge el vuelo bajo de un cuervo y su plumaje negro amenazando en la noche. Surge la estela de un cometa iluminando el cielo sobre un lago de aguas cristalinas ante el que se detiene un coche cuyo motor se rinde. Se entreteje la lana de un viejo poncho, emblema de una personalidad que se oculta a sí misma temiendo perderse entre las corrientes de aquello que se quiere alcanzar. Se forja un triángulo de pasiones traicioneras donde la ambición es reina y en lo que ninguno cede es en la autocompasión. Y se perfila la sombra de una gran historia, una de grandes sustantivos vacíos y de libertad, sobre todo de libertad, la que permite a cada mirada interpretarla a su manera cuando ese cuento se entrelaza con la vida.
Solo hay un árbol en lo alto de la colina y ese es tu hogar.
Lucas & Peyton-Without you
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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
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