martes, 12 de enero de 2010
A ver, dilo otra vez... Agua
Alza el rostro hacia el cielo y contempla la eternidad entre las estrellas. Después tan sólo cierra los ojos, con el rostro aun iluminado por ellas, y siente el tacto de esa luz como si pudieses atraparla entre los dedos...
Ingenua ilusión creer que se pueden alcanzar las estrellas; leal deseo que se mantiene oculto entre cada latido, ardiendo con chispas que prenden sueños.
Esos sueños en forma de suaves plumas de algodón que se entretejen unas con otras formando dos alas majestuosas. Adelante, mira a tu espalda, están ahí esperando para llevarte al cielo con su vuelo seguro y constante aunque algo frágil también.
Déjate rodear por pequeñas motas de polvo de hadas, deja que oculten, por un momento, la realidad monócroma, y muda. Busca entre ellas el arte.
¿Qué es el arte?
... Punto donde vida y expresión se funden en perfecta armonía...
... Niño, maestro de superación y lucha expresada en el tintineo de una risa; aprendiz de cambios que se mueve a capricho del viento.
... Ternura en una voz sabia que dibuja vida a trazos mientras se perlan mis pestañas.
... Haz de luz que surca la visera de su casco acariciando la determinación en esos ojos azules.
No abras los ojos, sigue soñando, porque la magia de un sueño reside en que te pertenecerá siempre.
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