lunes, 4 de enero de 2010
Mar...
-Me gusta ver pasar a la gente. Van y vienen con un ritmo constante, independientes y parte de un todo a la vez. Me recuerdan al mar y sus olas.
Ella miraba hacia abajo, dejando que su mirada se perdiese entre esa muchedumbre a la que había hecho referencia. Por el contrario él la miró a ella. Inclinó la cabeza hacia la izquierda y sin perder la sonrisa estudió con atención esos rasgos suaves que expresaban concentración y atesoraban infinidad de pensamientos que llenaban aquella brillante cabecita. La conocía bien y la mayoría de las veces era capaz de adivinar lo que pensaba con sólo ver su rostro o seguir la mirada de sus ojos azules pero en esa ocasión no supo cómo interpretar esa expresión blindada y carente de la vitalidad que caracterizaba sus rasgos. Una arruguita surcó su ceño y desapareció la sonrisa, sabía que algo le ocurría.
-Tampoco alcanzo a entender por qué te gusta tanto el mar. Yo soy más afín al viento, me transmite libertad.
Cambiaron los roles, esta vez fue él quien miró hacia la calle perdiéndose en cada pensamiento que el viento y la libertad habían traído a su mente. Y ella le miró con acentuada curiosidad, alzó una ceja y una suave sonrisa traviesa apareció en su rostro.
-Libertad ¿eh?-se miraron el uno al otro de forma cómplice, sabían que estaban pensando lo mismo y eso hizo que él se riera y ella volviese a perderse en el vacío-. Me gusta el mar por su música, por su ritmo suave, constante, predecible y relajante. Porque no engaña, sus olas van y vienen, siempre el mismo movimiento sin mentiras o dobles sentidos. Por su inmensidad, su capacidad de abarcarlo todo. Y porque soy piscis, mi signo va ligado al mar.
A walk to remember-I'll be the only one, if you say you'll never go
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