Tiempo que se sucede en infinidad de instantes en los que apenas reparamos pues estamos demasiado ocupados dibujando un mañana en un lienzo que no atrapa color alguno.
Nadie repara en el rayo de luz que escapa entre una nube para iluminar dos manos que se balancean una junto a la otra deseando alcanzarse, un deseo nunca cumplido porque la parte sensata de esas dos manos piensa en un futuro que nunca llega, que siempre es futuro.
En la sonrisa de medio lado que se esboza cuando nadie es testigo y sus ojos descubren al mundo una promesa que nunca muere, una promesa que se vuelve secreto a la sombra de la opinión de los que ven y juzgan más allá del ruedo.
En el abrazo que se da a la espalda, que protege y cubre el corazón. Que dura un instante y se vive en silencio pues no hay palabras ni sabiduría en el tiempo que puedan hacer permanecer ese momento. Es único, improvisado, nunca prolongado o planeado.
El tiempo es aquello que perdemos demasiado preocupados por qué ocurrirá mañana, firmando acuerdos, respondiendo a promesas, jugando con siempres y nuncas como si tales adverbios pudiesen pertenecernos. El tiempo es aquello que vivo contigo, segundo a segundo, al amparo de la luz de tu sonrisa.
Brooke & Julian-You make me smile
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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
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