De pronto el quince se transforma en dieciséis en la noche cálida de un Madrid que, entre luces, da la bienvenida un año más a un otoño que promete pintarlo de colores pardos, llevados por el viento y acariciados por una cortina de suaves lluvias nocturnas arrancando destellos de los faros de los coches.
Entre el brillo de calles emblemáticas de la villa y corte suena un beso, a lo lejos el oso se recuesta sobre el madroño y sin ser descubierto esboza una sonrisa, testigo de un instante único. El gran reloj de la Puerta del Sol da las doce y dos manos se entrelazan, bajando Alcalá destino a esa plaza en la que confluyen más de mil realidades llenas de luces y oscuras sombras.
El tiempo es imparable y Septiembre, mes que trae de nuevo las risas frescas a patios y parques, entra en su declive perdiendo un poco más cada noche la luz dorada del sol.
Octubre se acerca cargado de nuevas vivencias, pero no perdamos de vista la noche que sobre nosotros se cierne, atrapada en la cremosa textura de un batido de chocolate. El mundo esta noche nos pertenece, atrevámonos a jugar con él.
Klaus&Caroline-Stay
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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
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