De nuevo se prenden y precisamente en ello es donde reside la magia.
Muchas veces a pesar de nuestro ferviente deseo de avanzar el pasado más que sombra se vuelve lastre a nuestros pies y, cada recuerdo, eslabones de una misma cadena que nos amarra al punto donde quedamos estancados.
En eso consiste para mi la magia de esta fiesta, el guiño metafórico que se esconde entre sus cientos de flashes, princesas engreídas y turistas asombrados.
El pasado es importante, a veces es incluso duro pero siempre es bello. De rigor es saber fotografiarlo para el recuerdo para quemarlo después. Hacer arder todo aquello que hasta ahora nos ha impedido avanzar, dejar que las llamas envuelvan la más nimia distracción, sentir en el rostro la caricia cálida del crepitar del fuego y rendirle honores a la ceniza después; aunque tan sólo un instante, no mucho más.
Y cuando el pasado haya sido pasto de las llamas sentirse a uno mismo renacer de ese puñado de cenizas, capaz de hacer frente a lo que queda por llegar siempre con ganas de comerse el futuro a bocaos y sin servilleta.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
No hay comentarios:
Publicar un comentario