lunes, 20 de octubre de 2014

40M *


Los hay con suerte y después, por encima de esa lista de grandes nombres afortunados, se escribe el mío en letras de plata pues lo que yo tengo no es suerte, es una brillante estrella en el cielo que cuida de mí y sabe bien como guiar mis pasos. Y hoy, como no podía ser de otra manera ni en otro día pues no hay día más particularmente especial por su cúmulo de casualidades, ahí ha estado su luz para dar brillo a lo que parecía oscuro, para hacer brillar la mejor de las noticias y la mejor de las oportunidades.
Sí, es cierto que por un breve lapso de tiempo he dejado de ser profe después de dos mágicas semanas. Sí, es cierto también que mañana volveré a calzarme las zapatillas de teacher y a vestir con orgullo una bata nueva, blanca e impoluta, como mi estrella. Y lo haré bien, lo haré mejor que bien, porque esta nueva oportunidad ha venido patrocinada desde aquel lejano alguien en algún lugar que no veo pero cuya mirada cálida siempre está conmigo.
De nuevo, un año más, es veinte de octubre. No hay fecha en el calendario más mágica sin duda.





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