Cuando es de verdad sobran los motivos

El sol empezaba a perderse por la línea del horizonte, sumergiéndose entre el azul de un mar al atardecer y arrancando de la superficie de sus aguas destellos en oro testigos de un día que llegaba a su fin. El calor de su luz bañaba por última vez la cálida arena de una playa que pronto se convertiría en el escenario de los secretos que guarda la noche entre sus sombras.
La luna, con su pálido brillo en un cielo con demasiado color, aprovechaba ese único instante en el que se encontraba con el sol, para dedicarle una única mirada llena de anhelos inalcanzables.
Y el latido de la noche empezaba a llenar de música los minutos enmudeciendo las preocupaciones que quedaban perdidas entre el adoquinado de la ciudad.

Pero en ese instante de calma en el que ni es día ni es noche y el tiempo se difumina en el atardecer una chica se deja conquistar por la melodía chispeante de las olas del mar.
La brisa juega con sus rizos negros que revolotean entre aire y sal acariciando la piel de sus mejillas bronceadas por la caricia del sol. Y ella respira tranquila, con los brazos cruzados apoyados sobre las rodillas; sus hombros suben y bajan rítmicos y en su espalda se balancea en una caricia el lazo de un bikini de color gastado por el sol.
Sus pies de uñas de colores se esconden entre la arena templada y entre sus labios escapa un suspiro. Una sensación llena de calor ha agitado su estómago y sube por su pecho hasta escapar de ella dejando, a su paso, una sonrisa como firma; está tranquila.

Pero la mirada de sus ojos negros se queda perdida en el ir y venir de las olas del mar rompiendo sobre la arena oscurecida. Contempla con admiración la fuerza de su constante baile pero es su sinceridad la que consigue conquistarla. Olas capaces de arrastrarlo todo a su paso pero cuya capacidad de destrucción es sincera, su ritmo es constante, van y vienen, sin mentiras ni dobles sentidos; sin desaparecer de pronto como una burbuja que estalla y pierde todo su color. Una realidad leal y sincera.

Y después sonríe de nuevo. Es sencillamente feliz.


Brooke & Julian-Wait for me, will you be the only one?










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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura