Me gustaría hacerte un regalo... algo pequeño, que apenas ocupa espacio en el tiempo, carente de consistencia y estabilidad. Algo que no puedes atrapar ni sostener entre las manos; algo que, para verlo, hay que aprender primero a mirar.
Quisiera regalarte el latido de un corazón valiente que se escapa entre los labios en un suspiro, el que provocan unas palabras que por lo inesperado enmudecen su espíritu. Se trata de un latido rápido y fuerte, el latido de un corazón que hasta hace no mucho se creía incapaz de sentir de verdad y que ahora, de pronto, ha dejado de pertenecerle a su dueña.
Quisiera regalarte una mirada que no quiere acabar, que se pierde en la calma de unos ojos café buscando descubrir en ellos historias que aun desconoce. Una mirada que expresa una realidad que las palabras no saben realmente abarcar.
Quisiera regalarte un gesto inocente, unos hombros que se encogen sinceros ante una realidad finalmente aceptada, descubierta y pronunciada. Una realidad que justifica hasta el movimiento más insignificante sobre un gran tablero de juego.
Quisiera regalarte una sonrisa, la que se esboza en un rostro somnoliento cada mañana cuando enmudece el despertador y aparecen en una pequeña pantalla frases escritas horas atrás cuando su mente se perdía aun entre sueños que se guardan en la memoria. La misma sonrisa que se dibuja en ese rostro, al fin despierto, con la tinta de dos palabras en las que cree ciegamente.
Quisiera regalarte un pincel y cientos de colores, y con ellos un gran lienzo en blanco. Darte la oportunidad de pintar en él una realidad nueva que no entienda de pasados de los que ya ha aprendido. Yo misma me encargo de poner el valor y las ganas para saltar los recuerdos que aparecen en mi camino; sabiendo que las cosas no pueden ser como fueron, creyendo en que pueden ser mucho mejores si las pintas de realidad.
Quisiera regalarte el vuelo de una mariposa, la sonrisa de un niño y el calor del sol sobre la piel. El sonido de las olas, la luz de la luna y ese instante de deliciosa inspiración en la que todo se vuelve perfecto y tú invencible, capaz de todo en un instante. Quiero regalarte el tiempo y con él una nueva canción, esa cuyos acordes aun no conozco pero que es capaz de entender el ritmo de los latidos de tu corazón.
En cambio te regalaré tan sólo un instante, una realidad; la oportunidad de ganarte por ti mismo aquello que podría regalarte pues siempre es más intenso un triunfo que un regalo.
Brooke & Julian-One and only
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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura
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