viernes, 26 de diciembre de 2014

And you are... ?


Cae la noche, una calma aparente parece cubrir como un líquido gelatinoso el tiempo, pero no es sino un mero espejismo que se diluye cuando una confesión antes de tiempo te descubre como objeto a juicio, ante un tribunal improvisado de ejemplos vivientes de moral elevada.
Y así de forma gratuíta, casi como regalo de Navidad improvisado, te encuentras con que hay quienes se creen con potestad para tomarse la libertad de utilizar a su antojo tus propios pensamientos. Más tonta fui yo por no saber verlo venir, eso por descontado, pues parece ser que no aprendo y aun tiendo a creer que ciertos individuos, por llamarlos de algún modo, tienen un fondo que ni ellos mismos han descubierto aun.
Pero no. Ni fondo ni nobleza, ni siquiera discreción, respeto o madurez, por no mencionar su nula empatía y ya la inteligencia casi que es mejor ni mencionarla, pues es tan intensa la ausencia de la misma que parece casi un insulto hacia la raza humana la subsistencia de según que seres.
Una pena resulta darse cuenta de que lejos de querer ayudar lo que han buscado ha sido meramente herir, y que ni siquiera han sabido elegir motivos de peso para llevar a cabo su idea pues en su escaso uso de capacidad neuronal han ido a someter a crítica situaciones que poco o nada tenían que ver con sus intereses. Lo cual ya no sé si me resulta triste, cómico o sencillamente patético.
No obstante, alzo mi copa ya vacía y brindo por ellos. Por aquel que no hace nunca uso de las palabras con intención de resultar incisivo, mezquino o hiriente. Por ese otro que convierte el malaje andaluz en mera leyenda. Por el tercero; ejemplo electo de desinterés, bondad y sobre todo inteligencia. Por el siguiente cuya valentía, arrojo, coraje y pundonor le preceden y sonadas son sus hazañas por defender a aquel en quien cree. Cuan afortunados somos los demás de poder contar con su presencia a nuestro alrededor.Bueno, en realidad, por suerte yo me he librado al fin.
Que quede como moraleja del cuento aquello de ver, oír y callar.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


martes, 2 de diciembre de 2014

Das brillo a la luz


Conversaciones perdidas entre cubos de hielo a medio derretir en una copa que no mucho tiempo atrás mezcló vino, limón y compañía. Instantes que traen consigo pensamientos del pasado y recuerdos que han quedado grabados.
Atrás queda en el tiempo aunque parece aun reciente en la memoria, aquel instante casual en el que caí cual carga inesperada entre un reading con más de dibujo que de letra impresa. Atrás queda aquel fogonazo de luz que inundó de un calor inesperado aquel corazón tan sólo con aparecer en aquella ventana, con los pulgares alzados y la curiosidad reflejada en sus facciones, dispuesto a convertir en el caos más dulce aquel nuevo reto que se alzaba ante ella. Como atrás queda también aquel inesperado mensaje de bienvenida que supo dibujar una sonrisa que quedó oculta más allá de fórmulas de mera cordialidad.
Recuerdos que emergen cuando la sed queda saciada, entre ruido y platos sucios. Recuerdos que encienden ese brillo que escapa de él sin llegar a perderse nunca.











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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


viernes, 28 de noviembre de 2014

Lo que desearía, lo que quiero, lo que necesitaré


Lucha de fuerzas titánicas enfrentándose entre sí por un mendrugo de pan. Lucha en la que la única que pierde al final soy siempre yo.
Y es que es difícil saber conjugar a la vez el  mismo verbo en pasado presente y futuro pues nada tiene que ver una terminación con otra por no hablar siquiera ya de la intención que guarda cada declinación.
Y es que no es lo mismo querer que haber querido, ni querer volver a querer que querer volver a ser querido. Inacabado es queriendo y demasiado finito se queda querido. Y al final sé que te quise y sé que quiero pero no sé si se puede volver a querer ni a quién querré. El te quiero se me ha quedado prohibido pues en ocasiones levanta vuelos que acaban en caídas y en ocasiones te pone al borde de un abismo que da demasiado vértigo como para poder saltar.
Y en eso quedo yo, pobre niña perdida sin duende ni polvo de hada, encogida en sí misma en su interior cuando la imagen que da pretende fingir una fuerza ausente. Acelerando realidades sin saber ya ni medir el ritmo que requieren.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


jueves, 27 de noviembre de 2014

Por debajo de la mesa


Parece atenta, siempre a la escucha de aquello que queda por contar, planear u organizar. El trabajo se amontona a medida que la vorágine de la evaluación se va acercando sigilosamente, los controles quedan pendientes de preparación, los alumnos a expensas de entender lo que significa que se evalúen los contenidos y razonamientos adquiridos, los proyectos futuros se empiezan a esbozar en la mente docente antes de rubricar el final de los tres proyectos presentes. Las reuniones se suceden martes tras martes sumergidas entre el devenir de los últimos acontecimientos que resultan en cierto modo tensos y la Navidad llega como un huracán cargado de fuerza. Además las cervezas se vuelven en cierto modo una constante salvacional que hace más llevadera la tensión de los últimos arreglos previos al broche final del año.
Todo queda envuelto en ese halo de tensión y trabajo y ella parece inmersa en esa atmósfera de actividad. Pero en realidad, para el buen observador, no pasa desapercibida una sonrisa contenida cuando una caricia distraída atrapa su mano por debajo de la mesa.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


martes, 25 de noviembre de 2014

En la imaginación de una eterna adolescente


Abrir las páginas de ese cuaderno en blanco que acompaña a cualquier escritor que se precie allí a donde vaya y sentir como el corazón se derrama en cada página llenándola de sueños que toman forma entre letras en cursiva no intencionada.
No es fácil que un artista de paso libre a alguna de sus creaciones más íntimas pues leer a un escritor es como desnudar todos y cada uno de sus miedos, pensamientos y sueños y dejarlos a la intemperie y vulnerables. Es por ello que cuando se nos presenta la ocasión de perdernos entre aquellas páginas no es beneficioso dejarla escapar pues se trata de una oportunidad tan valiosa y efímera como el tiempo.
Y yo te cedí esa oportunidad y entre las páginas de un recuerdo nos perdimos juntos en una fecha señalada en el calendario por un sentimiento de lo más triste. Por un momento la cruel realidad se hizo a un lado y nos entregó una tregua, la de reencontrarnos entre personajes que ni siquiera son nuestros.
El tiempo decidirá qué será de nosotros, ni yo misma sé decirlo. Pero sí sé que siempre que quieras podrás encontrarme entre esas páginas viejas de un word gastado.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


lunes, 24 de noviembre de 2014

Cuentan los viejos sauces


Cuentan los viejos sauces cuando el viento agita sus sabias ramas, que existió otrora un búho de plumaje azulado que sobrevolaba el cielo cortando con sus alas el viento.
Se trataba de un buho peculiar, nunca antes visto, cuyos ojos brillaban en un verde curioso y limpio siempre atentos a todo cuanto acontecía a su alrededor.
Una especie única que habitaba entre las secuoyas más ancianas, oculto entre los recovecos de sus troncos como un polluelo que aún en ocasiones tiene miedo de escapar del cascarón, pero sin perder nunca detalle de aquello que ocurre a su alrededor.
Un animal de plumaje limpio, que le arrebataba al sol retazos de su propio brillo en el agitar de sus dos poderosas alas cuando alzaba el vuelo con anhelos de conquistar el cielo entre nubes que siempre amenazan lluvia.
Y tan alto volaba, sin llegar a caer nunca, que hasta el tiempo quedó, sin remedio, prendado de su vuelo.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura



jueves, 20 de noviembre de 2014

41M *


Se cumple un mes desde aquella aparentemente lejana entrevista. Parece imposible el giro que han dado los acontecimientos en apenas treinta días, un vuelo que me ha hecho aterrizar en una realidad opuesta y por ende casi imposible de comprender de donde ha llegado. El golpe llegó sin ser apenas visto, resquebrajando aquello que se creía seguro en cientos de pequeños fragmentos de nada ante la atenta mirada de un público siempre dispuesto a dar su certera opinión de los acontecimientos, aun cuando esta no sirve de nada.
Un mes desde aquel principio del cambio, un cambio que jamás pensé que pudiera ocurrir y ha desbaratado todo cuanto creía de algún modo seguro. Una sucesión de acontecimientos que me ha dejado con el corazón destartalado y el espíritu temblando.
Y ya solo confío en que en algún lugar allá a lo lejos mi estrella siga cuidándome de algún modo, no evitándome pasar por este trago pero sí cuidando de que no se me raspen mucho las rodillas al tropezar con cada una de las piedras que tengo hoy en el camino.






sábado, 15 de noviembre de 2014

Los cuentos nunca acaban hasta que alcanzan su final feliz


Erase una vez una niña que se atrevió un día a querer a cambio de nada. Lo cierto es que era una niña un tanto ingenua, malinfluenciada por cientos de horas frente a argumentos edulcorados de películas que no ocurren realmente en la vida nundana y real. Una niña que nada tenía por lo que luchar y si mucho que perder.
Esa niña aprendió a golpes, dejó que la ilusión la inundase sin esperárselo y después la dejó caer entre el nerviosismo de una tarde cualquiera de VIPS. Se vio rota, sola y perdida y aun sin saber del todo bien por qué se atrevió a levantar la cabeza y seguir allí de la forma que fuese a la espera de poder alzarse como la persona que sabía que quería ser para él, a la espera de aquella preciada oportunidad que no quería dejar escapar. Recuerdo bien que se partió el rostro a cabezazos contra una férrea pared pero eso no hizo que se cubriese en su fragilidad sino que siguió empujando, siguió ocupando el lugar que le dejaban ocupar por no perder lo poco que le quedaba ya de fe en su capacidad. Fue una kamikaze que nada sabía de los juegos del querer, pero que al final supo ganar aun sin saber hoy bien cómo.
Tenemos la estúpida sensación que al luchar tiene que haber algo que nos justifique esa lucha, que el corazón entregado se paga en tiempo invertido, instantes compartidos y noches bajo las sábanas. Esa niña me enseñó que aquello no era cierto, que el único motivo real y válido para luchar es querer alcanzar un objetivo aun cuando sabes que tienes compradas todas las papeletas para perder el premio, aun cuando nada alrededor te invita a ello salvo un latido acelerado en el corazón al imaginarte triunfadora. El resto de razones no son sino aquello que nos justifica rendirnos antes incluso de llegar a salir a jugar.
Hoy no sé si aun queda algo que recordar de esa niña o si el tiempo se la ha llevado consigo sin decir cuando volverá. Lo que sí sé es que nunca es demasiado tarde cuando el querer es de verdad y las ganas de lucharlo son puras. Y eso lo aprendí tarde tras tarde en un sillón rojo, ante los capítulos de una serie que siempre pensé que duraba demasiado. Al final, a pesa de las circunstancias, se que algún día volveremos a reencontrarnos los dos con ese final feliz.












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viernes, 14 de noviembre de 2014

Decidir


Llueve en una ciudad dormida y las pequeñas gotitas caen contra el asfalto en un improvisado estallido de reflejos de luz que apenas capta la atención de alguna que otra mirada distraída. Ondas que se expanden sobre la superficie de un charco creando un diseño tan frágil como efímero, un instante que si no se atrapa se pierde para siempre pues es precisamente esa la característica principal de la fragilidad, hay que saber como atrapar el rayo de luz que desprende antes de perderlo.
El cristal que al calor de una fragua se funde, soplado por la fuerza de la imaginación, mezclándose en infinidad de tonalidades químicas que crean una belleza que puede permanecer si se sabe de qué manera cuidarla.
La chispa que salta en el estómago y recorre en onda expansiva el cuerpo ante la caricia que incendia la piel, un instante único que agita la superficie de la realidad personal para desaparecer después sin dejar rastro alguno, frágil como el propio tiempo.
El aleteo de una mariposa entre destellos de colores distintos, esos que brillan en intrincados diseños en sus alas; un instante que sin apenas ser captado desaparece pero que resulta vital para que pueda alzar el vuelo y seguir su camino.
Una suerte de instantes que se antojan de una fragilidad especial, que parecen fácilmente corrompibles, pero que guardan en su interior una fuerza única que les hace ser, a pesar de su fragilidad, parte de un todo que si se vive resulta imposible de olvidar.
Instantes que detienen el tiempo, que hacen desaparecer cualquier realidad, que se graban a fuego en el recuerdo.












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martes, 11 de noviembre de 2014

Proyección de futuro


Tiemblan las manos, la situación no parece en absoluto bajo control, la respiración se acelera aun a pesar de hacer esfuerzos por rebajarla a un nivel coherente y el corazón hace estragos con su latir arrítimico y acelerado.
Una situación peor que cualquier examen tenido hasta la fecha, una situación que enrarece el ambiente y tensa cada músculo de la espalda. La mirada atenta de aquellos agentes ajenos al aula que observa atentamente hasta el más nimio detalle de toda la situación en la que tú, sin comerlo ni beberlo, eres la más absoluta protagonista.
Papeleta complicada, sin duda. Pero de grandes resultados. Pues no hay en este mundo nada comparable a que te digan que eres alguien válido para aquello a lo que quieres dedicar tu vida. Si bien es cierto que no es mi pasión la enseñanza de tan desagradable idioma y que le tengo un amor demasiado intenso hacia mi propia lengua, no ha podido llenarme más que a día de hoy y sabiendo que no acabo sino de empezar, se me diga que tengo mucho por dar de mí a esta profesión tan bella.
Estoy hoy que apenas quepo en mi de gozo.












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domingo, 9 de noviembre de 2014

Siempre en pista


Siempre en pista y de nuevo escalando a zarpazos en una calificación que creía haberte olvidado. Como ese viejo primer amor que permanece siempre en la memoria aunque la vida siga su curso. Aparecen otros, son otras manos las que arrancan suspiros y otros labios los que roban el beso, pero ahí queda ese primer amante oculto entre las sombras siempre dispuesto a alzarse en cualquier momento con el protagonismo y captar las miradas alrededor, los elogios, las elucubraciones sobre favoritismos y, como no, la admiración y el afecto.
Su nombre resuena de nuevo de pronto pero no se antoja extraño, es como aquello que estará siempre allí, una eternidad que no se jura, un para siempre siempre esperado. No se alza triunfador, pero espera en segunda posición etregándole a la sangre nueva ese dulce protagonismo, con la mirada de la luna oculta tras una visera oscura y la sonrisa del sol siempre brillando hasta en la noche.
Él, quien nunca resuena en ausencia, el que incansable lucha cada centésima de segundo, el que disfruta en cada batalla ya sea en cabeza o a la cola de la carrera. Tesón de hierro, arrojo incansable, lucha admirable, ambición decidida.
Y algún día volverá a ti la gloria, como si no la hubieses alcanzado ya lo suficiente. Volverán mieles más dulces y tu nombre seguirá brillando allí a lo lejos, donde descansan viejos hermanos. Volverás a coronarte como antaño aunque no te sea necesario pues no hay ya quién no agache en reverencia la cabeza al verte coger la curva.

Un placer haberte disfrutado este año como si un chaval volvieses a ser. El gozo que produce tu hambre incansable es cálido en el estómago.

Gracias por tu luz, Valentino.











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sábado, 8 de noviembre de 2014

Bésame en la frente


Un movimiento inesperado en un ajedrez aun sin preparar cuando las blancas aun siquiera han llegado a mover y el tablero se ha quedado a medio montar. Un cambio imprevisible en el trascurso de los acontecimientos que provoca que los ojos se cierren un instante, el necesario para recuperar de nuevo el aliento y el saber estar. La espera de una reacción, la incertidumbre de no saber.
La impotencia de no poder alcanzar otros destinos, el conformismo de saberse de pronto limitado a un papel no ensayado, la pérdida de un libreto tan bien conocido y tan fácil de recordar, un lugar sobre las tablas que de pronto queda relegado a ser simplemente observado en la distancia. Una explosión de sentimientos disonantes que toman forma en aquel gesto que engloba en sí mismo toda la ternura que se pueda imaginar.
El deseo de poder proteger, el cariño que se hace forma en una suerte de eternidad cuando unos pies se alzan en punta para dibujar entre arrugas que no se ven la prueba de un sentimiento inabarcable por su inmensidad. Una decisión que se sella y una promesa que resuena en el eco de otras palabras cuando una mano se cierra en torno a un viejo llavero, compañero de más de mil fatigas.
Recuerdos que no se pueden atrapar, que escapan entre los dedos. Sentimientos que se sellan sin palabras. Todo eso, todo y mucho más, cabe en ese beso que se posa en la frente.














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viernes, 7 de noviembre de 2014

¿Y si el miedo me gana este pulso?


Choque frontal sin frenos contra la realidad, una realidad por mucho tiempo ignorada pero que seguía ahí entre las sombras de una aparente perfección. Heridas producidas por el impacto que parecen desangrarse sin tregua ni permiso en una situación en absoluto preparada y por completo improvisada.
Lágrimas que escapan en rostros inesperados, semblantes que deberían llorar y se mantienen serenos, en un vano esfuerzo por hacerse fuertes aunque la realidad se resquebraje sin piedad. Incapacidad de comprender aquello que de pronto se desboca por completo en una sucesión de despropósitos que nadie ha buscado. Y una mano que busca en la oscuridad de la noche y no encuentra sino el vacío y el frío del invierno cuando aquel a quién buscaba baja en soledad esa calle rompiendo su ya de por sí maltrecho corazón.
Dolor y recuerdos que se acumulan en el pensamiento, compañía que no hace sino agobiar cuando lo que se desea es rodearse de la más absoluta soledad para poder comprender qué ha ocurrido. Lágrimas que acuden cuando no son esperadas y que muestran su ausencia cuando deberían derramarse. Un siempre que se resquebraja sin saber cómo recuperarlo.
Y miedo... tan solo miedo alrededor. Miedo al hoy, miedo al despertar, miedo a lo que vendrá y a lo que se ha hecho. Miedo a una misma, miedo a la realidad.












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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Porque el cuarto de siglo da más miedo oírlo que alcanzarlo


Y tal día como hoy cuando miro sobre el hombro a aquello que hemos vivido y te recuerdo en aquel entonces, brillando en vergüenza en chaleco y camisa ante un público selecto y en un discurso improvisado, me doy cuenta de que nada queda ya en ti de aquel chico.
Tal día como hoy veo que eres ya todo un hombre perfectamente capaz de caminar hacia delante sin la ayuda de nadie. Ya no te hace falta rodearte de un grupo de colegas que te den la seguridad para adentrarte en la vorágine que supone atreverse a buscar a alguien de quién enamorarse. Ya no te hace falta voces que se apiaden de ti por ejercer tan enorme responsabilidad como es trabajar pues has aprendido a que el trabajo es solo eso, trabajo, y no hay que llevárselo a casa. Ya no te hace falta conseguir la atención de los ojos que acompañan al rostro bonito del lugar pues has aprendido a sacarte el mejor partido, coqueto en su justa medida, presumido hasta resultar hasta tierno.
Sin duda alguna has crecido, En edad por descontado, pero también en responsabilidad, madurez, carisma y estilo. Quizá también en manías y caprichos pero supongo que al final eso nos acaba pasando a todos. Ya no necesitas a nadie para valerte y valorarte, tu mismo eres todo cuanto puedas necesitar y lo que decidas poner a tu lado será siempre para ayudarte a ser un poquito mejor.

Disfruta de tu día, de tu nueva cifra y de la gran persona que estás empezando a ser.
Te quiero.














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martes, 4 de noviembre de 2014

Sutil y sin esperarlo


Suave vuela una pluma tintada del azul del tiempo por entre pasillos concurridos. Los niños corretean entre las piernas de adultos entregados sin llegar a reparar en el tímido vuelo de aquella pluma que planea de lado a lado frente un puerta lacada en blanco, puerta abierta siempre a cualquier entrega de conocimiento. Vuela y cae, en caricia ascendente por ese brazo cubierto por una bata blanca, llamando su atención y colándose en un bolsillo abierto donde quedan en el inevitable olvido juguetes y material escolar requisado.
Y ahí sigue, aun hoy en día, aquella vieja pluma azul que llego sin ser esperada, en una curiosa coincidencia. Algún día distraída meterá la mano en el bolsillo y dará con ella, se descubrirá sonriente y volverá a guardársela de nuevo en el rincón más oculto de aquel bolsillo lleno de tesoros, aquella pluma será siempre su pequeño secreto.











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sábado, 1 de noviembre de 2014

Con vistas a un futuro


Apenas le quedan al sol instantes de protagonismo, sus rayos se ocultan más allá de la línea del horizonte arrancando del mar reflejos dorados sobre la superficien ondulante de su aguamarina. El calor del sol se vuelve amable a medida que el sol se va ocultando en el ocaso y la suave brisa acaricia la piel desnuda de los brazos y hace ondear el pelo.
La arena se vuelve amable bajo los pies, adaptandose a cada pisada. De pronto quedarse estatico resulta de algun modo cómodo, el agua del mar acaricia con suavidad el empeine y calma con su suave frescura el cansancio del día a día. No obstante, el paso de las olas hunde el pie entre la arena y torna imposible avanzar de cualquier manera.
Tras los pies quedan las hueyas otrora dejadas sobre la superficie de la arena tostada bajo el sol, la silueta del pie se perfila nitida al principio, más difuminada por el paso del tiempo a medida que la vista se aleja más allá. Aquel camino que hemos recorrido es parte del lugar en el que estamos, se refleja en cada una de nuestras decisiones y en nuestros actos trazando una misma línea recta desde el punto de partida hasta el lugar donde se hunden nuestros pies.
En adelante la arena queda en blanco, limpia e imperturbable, a la espera del nuevo camino que sigan las pisadas, hacia delante o alejándose, quién sabe, un folio en blanco aun por escribir aunqueno tenga del todo perfilado el argumento aún.














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jueves, 30 de octubre de 2014

Sin cole y con cerveza alguna pierde la cabeza


Algún día, espero no muy lejano, aprenderé a no intentar seguirle el ritmo alcoholico a los hombres. No porque no pueda pues capacidad tengo sobrada, sino porque después me pasa demasiada factura cuando caigo rendida en el sofá sin saber si soy yo la que gira o si es el mundo al que le da por bailar a mi alrededor. Y cuando eso pasa a una hora decente, llamémosle las cinco de la mañana donde no hay testigos más allá de mi dulce gatito, aun es gestionable. El problema aparece cuando llego a gatas cuando apenas acaba la hora de la cena y el espectáculo en mi dulce hogar se vuelve de entrada libre y gratuita. Y en esas acabo, etilizada en el sofá innmune a las bromas que esto produce a causa del alto grado de resaca corporal.
Lo mismo igual, con esto de trabajar, maduro o algo.











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lunes, 27 de octubre de 2014

Veintisiete pintado de verde


Suave verde, el color que inunda el paisaje con su manto al llegar la primavera, salpicando la mirada de suaves pinceladas de color entre toda la maleza cuando el coche avanza por viejas carreteras en rumbo a un destino sin nombre y con la música resonando suave en oídos soñadores que se dejan llevar a ese otro mundo que solo vive en nosotros.
Verde es el pequeño brote que nace entre algodones en un vasito de cristal que otrora fue un yogur natural. Un inocente experimento escolar que sabe como llamar la atención cuando aparece, que atrae a ese corrillo de niños que esperan impacientes a que su pequeña plantita siga creciendo. Un brote que nace de lo poco probable pero en condiciones óptimas, regado con cariño inesperado entre aroma a material escolar y libros.
Verde el jersey que envuelve y protege de un frío totalmente inesperado cuando el sol aun tan sólo está empezando a salir por el horizonte. El abrazo que llega y reconforta aun sin ser esperado, que arranca una sonrisa tímida al alzar la mirada y se recompensa con una caricia ascendente.
Verde la chispa que arranca el sol por la mañana en esa mirada tranquila y tímida, Un choque fraternal de puños y una sonrisa siempre esperada, agradable y amistosa. Verde como la confianza que poco a poco brota, como las alas de un hada que representan la más tierna infancia, como esos dos ojos grandes en un rostro tierno e inocente de quien corretea por el patio y el babi le viene grande.
Verde, el color de la esperanza y de una nueva ilusión que se despierta conmigo cada mañana. El color de esa línea de metro que me recorro prácticamente entera a diario de camino a ese sueño que poco a poco va cobrando carices de realidad.












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domingo, 26 de octubre de 2014

Cuidarte siempre, no importa como ni porqué.


Es tan bonita ella que no importa de qué manera nos afecte el tiempo, la madurez o los nuevos rumbos que siempre sabe estar ahí en los momentos oportunos y en su justa medida. Es tan bonita que aun a pesar de que pasen días sin saber la una de la otra siempre que me necesita encuentro el modo de estar allí para ella, consolar su llanto en la distancia y calmar sus miedos con palabras.
Siete años atrás nos prometimos estar siempre ahí, ser una la fuerza de la otra en esos momentos de inevitable flaqueza cuando el mundo se te viene grande, entonces nuestros problemas no resultaban demasiado abrumadores, no más que un examen mal estudiado o un chico que nos hacía poco caso. Hoy en día nosotras nos vamos haciendo mayores y los problemas se van complicando poco a poco hasta dar auténtico miedo, pero tampoco importa porque sabemos estar ahí siempre para sostener la mano de la otra y tirar hacia arriba con fuerza inesperada.
Para eso están las amigas, para eso están las hermanas que se eligen en el día a día. Para eso y para compartir anécdotas que arrancan sonrisas aun cuando el día no puede ser más gris.

Sabes que siempre puedes y podrás contar conmigo, hermanita.












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sábado, 25 de octubre de 2014

Miradas de improviso, sonrisas a escondidas


El traqueteo del vagón entre túneles subterráneos de la ciudad parece no ser sino un mero ruido ambiente que en absoluto molesta, si acaso mece y adormece. La oscuridad atenaza más allá de los ventanales de plástico del vagón iluminado artificialmente por una luz en exceso blanca que hace palidecer los rostros de los viajeros. Almas independientes que apenas comparten nada más allá de los minutos que dura el viaje desde el punto de origen hasta la cruz de destino, instantes amenizados por el vaivén del metro y la mecánica voz que anuncia las estaciones.
Y de entre todo ese mundo gris destacan dos almas jóvenes carentes de preocupación real, sentados en el sucio suelo y con la espalda apoyada en la pared del vagón, las piernas cruzadas y los brazos caídos. Dos auriculares parten del reproductor de música de él y se bifurcan cada uno hacia el oído de cada uno de ellos, compartiendo música además de ese instante mientras se apoyan el uno en el otro sin mediar palabra. Punto medio en una relación que no a mucho tardar vivirá un cambio y que sabrá mantener la misma armonía que tienen ahora, cuando la amistad se les quede pequeña se darán cuenta de que son parte el uno del otro, hasta entonces comparten viajes de metro y música con la cabeza de ella en el hombro de él y las manos siempre cerca pero sin llegar a entrelazarse.












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martes, 21 de octubre de 2014

Vivir será una gran aventura


De nuevo empieza una nueva aventura, una que no me esperaba pero que me ha venido como caída del cielo tras haber puesto fin entre lágrimas contenidas a aquella primera experiencia docente a tiempo parcial e itinerante. Hoy empieza un nuevo comienzo y una nuevahistoria en un universo pintado casi en su totalidad de azul. Me invaden los nervios, por supuesto, tampoco esperaba menos. Y toda yo desprendo ese halo de ilusión por aquello que da comienzo.
Sin entrar a comparar pues las comparaciones son siempre odiosas me adentro en este nuevo microorganismo rodeada de los más pequeños que hacen facil lo imposible e increible lo sencillo. Un lugar donde las coincidencias parecen estar a la orden del día y cada instante trae una nueva sorpresa.
Un sitio donde, aparentemente, parece que voy a saber bien como adaptarme y, si no, algo me dice que voy a contar con la ayuda suficiente para que no se me haga tan difícil.
Empezar de cero nunca es sencillo pero algo me dice que este nuevo comienzo va a ser solo el preludio de algo increible.











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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura



lunes, 20 de octubre de 2014

40M *


Los hay con suerte y después, por encima de esa lista de grandes nombres afortunados, se escribe el mío en letras de plata pues lo que yo tengo no es suerte, es una brillante estrella en el cielo que cuida de mí y sabe bien como guiar mis pasos. Y hoy, como no podía ser de otra manera ni en otro día pues no hay día más particularmente especial por su cúmulo de casualidades, ahí ha estado su luz para dar brillo a lo que parecía oscuro, para hacer brillar la mejor de las noticias y la mejor de las oportunidades.
Sí, es cierto que por un breve lapso de tiempo he dejado de ser profe después de dos mágicas semanas. Sí, es cierto también que mañana volveré a calzarme las zapatillas de teacher y a vestir con orgullo una bata nueva, blanca e impoluta, como mi estrella. Y lo haré bien, lo haré mejor que bien, porque esta nueva oportunidad ha venido patrocinada desde aquel lejano alguien en algún lugar que no veo pero cuya mirada cálida siempre está conmigo.
De nuevo, un año más, es veinte de octubre. No hay fecha en el calendario más mágica sin duda.





sábado, 18 de octubre de 2014

Solo confío en que hoy sea un motivo de gozo y no de disputa


Si hay un producto que sin duda tiene una campaña publicitaria impecable ese son las bodas. Saben vendernos desde fuera la idea de una fecha inolvidable y llena de relevancia y significado en el cual cada detalle es elegido con mimo y armonía. Vestidos de corte elegante e impoluto, entradas de ensueño con cruces de miradas incluídos que parecen retratar la pura esencia del amor, padres orgullosos que se esfuerzan por contener el llanto de emoción, invitados serenos dignos y felices, mesas que se distribuyen casi solas y asistentes que ponen de su parte para que cada instante del evento salga como la seda, comida sofisticada pero deliciosa en su justa medida, música suave que ameniza y evoca épocas y recuerdos pasados, alcohol que distiende pero no sobrepasa y un perfecto halo de total perfección sin una sola puntada sin medir.
Se vende, y se vende sumamente bien, como un acto de pureza único en su esencia, una promesa al viento ignorando los tejemanejes que trae por detrás.
Pues no amigos, no es oro todo lo que reluce en las alianzas pues, salvo casos de extrema fortuna, no siempre los afortunados cónyuges saben ponerse de acuerdo a la hora de dar el paso y decidir como sellar el pacto. Los orgullosos padres a veces están más ocupados incordiándose mutuamente que preocupándose por la felicidad de los recién casados. Los invitados se vuelven sin remedio diana de críticas estilísticas de formación profesional. Y el alcohol despierta el descontrol y más de un clásico desliz de baños.
Siempre son peliagudas a su manera pero hoy, no sé muy bien por qué, o quizá lo sé demasiado bien, me muero de ganas de enfundarme en mi vestido de princesa y compartir el emotivo evento con cierto galán trajeado.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


jueves, 16 de octubre de 2014

Me diste alas con que volar


Lo bonito de trabajar rodeada de pequeños es que, de pronto, el detalle más pequeño se convierte en todo un mundo de significados. Todo esto que estoy viviendo sé que es temporal y que cuando llegue a su fin más temprano que tarde será demoledor tener que decir adiós a cada uno de esos rostros curiosos que me miran con poca comprensión.Pero lo estoy disfrutando tanto como lo haría una niña en Navidad rodeada de luz, color, musiquillas distorsionadas y el salón lleno de juguetes.
Y es así como un jueves cualquiera como otro de cualquier semana, al entrar en la clase de esos pequeños revoltosos que reciben sin protestar la reprobación del adulto cuando se portan mal, un pequeño bichejo de largas pestañas enmarcando unos ojos castaños se te acerca con el puño cerrado. En su interior una sorpresa que de pronto despliega dos inmensas alas llenas de luz y color que se entretejen a la espalda sin vuelta atrás. De pronto me siento grande y, si se puede decir de esa manera, mágica. Poderosa hasta el extremo y capaz de lograr alcanzar las estrellas. O quizá tan solo me siento importante para alguien tan chiquitito y tan grande a la vez y eso es lo que me da esos aires de sobreactuado poderío.
Que bonitos son los niños, que bonita es mi profesión, cuanta magia oculta en el rinconcito más pequeño e inesperado.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


Chicas bonitas que ganan sabiduría


Hoy es un día bonito en esencia, igual no es el más comodo, ni el más agradable, ni el que mejor vaya a terminar. De hecho puede que acabe entre malentendidos y discusiones, pero eso no hará que pierda ese halo de día especial que tiene consigo.
Hoy una gran persona se hace un poco más mayor y las horas interminables de charla diaria, los largos cafés que acaban en cenas, los chupitos inamovibles e invariables, las escapadas de improviso a por un pan de pita o las brochetas de champiñones en el mercado cobran algo mas de relevancia aun si cabe.
Ella es la más bonita que ninguna en todo Madrid, la de las cuidadas expresiones de desagrado y la muralla por bandera. Esa a la que hay que esforzarse en conocer y ser leal hasta el final pues si eso lo alcanzas estará allí siempre y para lo que sea necesario. La de los abrazos por saludo y la que nunca pierde el control salvo que haya debilidades de carrillos acariciables cerca. Una de esas personas por las que merece la pena derretirse.

Y por ella y por su día va un trocito de mi pequeño espacio.














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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura

domingo, 12 de octubre de 2014

Cambios y lejanos recuerdos


Es oír su nombre y la atención se pone alerta sin pretenderlo siquiera, la curiosidad arde con llama intensa y el corazón pierde un latido sin darse apenas cuenta. Sin querer llamar en exceso la atención la conversación se desvía hacia él y de pronto surgen las preguntas, dudas y comentarios compadeciendo una realidad que a todos nos resulta demasiado dura, ya no de vivir, sino de imaginar.
Después llegan las valoraciones y te hablan de aquel que resulta haber cambiado tanto que nada queda en el de aquel chiquillo hosco que fue. Un hombre que de pronto se ha vuelto fuerte, además de valiente cosa que siempre fue. Un hombre que ha aprendido a salir adelante uniéndose a lo que queda de su familia, todos juntos tiran hacia delante de un barco que no mucho tiempo atrás hacia aguas por proa. Un hombre que sigue siendo patologicamente tímido , que se esconde de todo y de todos y poco se deja conocer, aunque algo me dice que más allá de la propia apariencia se esconde todo un mundo por conocer.
No sé como te irán las cosas, ni si alguna vez te volveré a ver por coincidencias del destino pero siempre es agradable saber de ti aunque sea por circunstancias no demasiado favorables.


sábado, 11 de octubre de 2014

Ecos de un pasado de quienes fuimos y quienes somos


Supongo que añorar lo que un día fue un fastidio es parte intrínseca del proceso de ir creciendo. Y en esas te ves un día, esperando con impaciencia para llegar a una cena improvisada con aquellos con los que, aun a veces sin quererlo, has compartido desde la más tierna infancia hasta los más arduos días de la adolescencia.
Y al llegar y reencontrarles es como si cualquier distancia desapareciese, es cierto que no hay ya nada que os una más allá de un pasado compartido pero la curiosidad renace como si volviésemos a ser todos Aquellos niños de babi y uniforme que invitaban sin tapujos a toda la clase a su cumpleaños. Es como si renaciese de nuevo el cariño y la falta de filtros, como si querer re-conocernos fuese lo evidente y natural. Corren más y más litros de cerveza y las conversaciones nunca se antojan tensas, de todo se puede hablar de pronto y con bastante afinidad, bendita educación compartida, se retratan instantes y la vergüenza aparece tan solo en situaciones de vulnerabilidad tales como el baile y un exceso alto de nivel de alcohol en sangre.
Y al final queda el regusto del instante compartido, el deseo de repetir con premura, y la sonrisa tonta de los cotilleos que se quieren compartir.

Un placer volver a veros, viejos compañeros de batallas.











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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


domingo, 5 de octubre de 2014

Volver a empezar, otra vez.


Y de pronto la fortuna parece volverse benevola con una y aparecen sin esperarlo posibilidades que aclaran un poco el futuro a una hora de viaje y tres cambios de vagón. La realidad huele a material escolar repartido por las aulas, babis sucios y muchas ganas de ir hacia delante y aprender.
Si es cierto que no son sino unas semanas, una realidad sumamente fugaz que romperá el corazón cuando llegue a su fin. Si es cierto que no es el sueño de mi vida, que las clases en inglés se me antojan terribles y jamás me imaginé que yo acabaría en un centro ejerciendo de mi peor pesadilla. Si que es cierto que hay mucho que cambiaría, que no es el sitio donde siempre he querido estar, pero todo inicio es bueno y a toda primera oportunidad pienso abrazarme como un koala de piernas y brazos para no dejarla escapar.
Hoy es mi primer día de cole, los lápices tienen punta y los colores están ordenados y en su sitio. Las ganas palpitan a ritmo atronador y el corazón parece querer escapar del pecho a toda velocidad, aunque no se si de emoción o de puro histerismo.
¡Hoy hay cole al fin! Es hora de atreverse a soñar de verdad.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


sábado, 27 de septiembre de 2014

Pompa engalanada


Que raro resulta de pronto tanta importancia a lo que no es sino un mero número que cambia en casillas ocasionales de formularios sin un exceso de relevancia. De pronto emergen de la tierra deseos de agasajo, coronas de plástico que aparecen sin esperarlo, pulseras de oro que reclaman una atención carente de sentido. Planes lejanos que se antojan tan pesados como aburridos y poca compañía de interés. 
Y en eso y con la rodilla inutilizada por culpa no tanto de la lluvia y si bastante de la propia torpeza, se plantea de pronto la duda de si ser parte observante de tan artificioso evento o si sencillamente hacer acto de no-presencia alegando cojera crónica y ausencia de transporte fijo. Y en esas que estamos, que por no aguantar discursos radiofónicos y demasiada fastuosidad, casi que prefiero quedarme bajo mantas arropadita y con el sonido de la televisión de fondo.











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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


jueves, 25 de septiembre de 2014

Iniciales de pulida caligrafía al margen del cuaderno de apuntes


Aumenta el número con constancia aunque no un exceso de presteza, caminando despacito como las manecillas negras y sencillas de un viejo reloj de esfera blanca y plástico envejecido que cuelga sobre una pizarra en verde. Los segundos pasan con desesperante lentitud y una voz rasgada y monótona corta el aire y planea sobre veintisiete cabezas de mente dispersa en una historia que poco o ningún interés despierta.
Es entonces cuando la imaginación despierta y se derrama sobre el margen cuadriculado de un cuaderno viejo y ajado, víctima del tiempo y de un curso eminentemente largo. Siluetas por definir adornan el marco de apuntes incompletos y dos iniciales resaltan en sus rasgos de tinta azul aun brillante y húmeda. Suspira con suavidad al cubrir por última vez ese trazo en bajada y luego el bolígrafo cae sobre el cuaderno, carente de protagonismo pues su mirada se pierde entre rostros somnolientos hasta dar con aquel que no repara ni en su presencia.
La cuenta aumenta en uno hasta el veintiocho con la decisión y el deseo inquebrantable de una adolescente. Quizá sea un cariño efímero, carente de base vivida, pero arde con intensidad como el calor que aun emana del sol que despide al verano en una terracita cualquiera de un viejo Madrid.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


lunes, 22 de septiembre de 2014

Un nuevo aparte en un cuaderno de notas


Y aunque proyectos añejos sigan hoy aun en construcción y con predisposición real a ser terminados surge de pronto en la mente esa llama inapagable de ilusión por una idea nueva.
Lo que se creía apagado, producto de un pasado que se antoja el de otra persona y no el de la realidad imperante, renace de nuevo con mucha más luz, más madurez y muchas vueltas aun pendientes de ser dadas.
Con algún que otro cambio con respecto a viejos sueños, restándole toda importancia a los pilares que antaño sacaron aquel viejo juego adelante para dársela a nuevas promesas que pretenden aglutinar ese mismo pasado dándole nuevos trazos en colores limpios. Con un nuevo enfoque basado en la amistad más tierna y en la propia superación en una etapa en la que los sueños a todos se nos alejan con demasiada facilidad y el camino se llena de riesgos que no siempre estamos dispuestos a correr.
Mi cuaderno se llena hoy de líneas en azul, de ideas que forman un primer esbozo de algo que será en un futuro, de ilusión por recuperar aquellos personajes con los que tanto llegué a encariñarme, de realidades que retratar entre metáforas y de errores que ya cometí en un pasado y que me vuelven reincidente en ciertas lindes.
Mi cuaderno se llena hoy de la vida de una nueva historia por contar.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


sábado, 20 de septiembre de 2014

39M *


Recorrer los pasillos camuflados de un hospital que se maquilla para no parecer tan triste como es en realidad. Los zapatos taconean en un andar apurado, como si la vida le pasase demasiado deprisa a ese espíritu joven que dedica sus horas a aprender sin reparar en las torpezas salvo para arreglarlas y no repetirlas. Como dice el dicho, para atrás ni para coger impulso.
A ambos lados resuenan entre susurros conversaciones en las que no tiene intención de irrumpir pues aquel es un sitio donde la intimidad es tan sagrada como fácilmente interpretable. Y de frente le espera una inesperada sorpresa enmascarada bajo una gorra vieja y un ya conocido forro polar azul.
La sonrisa luce tan brillante que ni el sol le hace justicia cuando acelera el paso y la bata hondea tras sus pies como una estela en el pasillo. Se le acerca de improviso y el sobresalto inicial da paso a la vergüenza más tierna cuando la reconoce y las pequitas de sus mejillas se encienden. Lo demás no son sino bromas y comentarios ligeros que le hacen irradiar toda la felicidad que le produce el encuentro entre sonrisas y un desparpajo poco habitual en ella, por natural tímida.
Después se aleja, con aquello que había ido a buscar entre manos y mucho más de lo que esperaba en el corazón, y una conversación escuchada por accidente que le sonsaca la más natural de las sonrisas pues a qué chica no le gusta que le llamen guapa.

Cuando te extraño busco recordarte y así la ausencia parece ser no tan difícil.





domingo, 14 de septiembre de 2014

Un lugar siempre nuestro


Las malas noticias no son nunca fáciles de asumir. Ni siquiera cuando no tienen que ver con una misma. Reencontrarse con un viejo amigo de la infancia puede resultar un momento cuanto menos curioso pero lo que una nunca espera es que ese reencuentro traiga consigo noticias de aquel que fue siempre importante, menos aun noticias tan inesperadamente duras.
Mucho ha llovido desde esa última mirada de soslayo que cruzaron aquellos dos adolescentes que nada sabían uno del otro y qué sabían bien cómo ignorarse. Aun mucho más desde la infancia en la que comunicarse parecía más sencillo aunque fuese tan sólo para compartir viejos juegos. Y aun a pesar del tiempo la noticia es por igual desoladora al pensar que en esta ocasión ni tan siquiera me enteré a tiempo.
Cuanto lamento que la vida haya sido con él tan sumamente injusta. Él que parecía tan titánico e impasible con su gesto siempre a desgana y su atención perdida en acordes musicales que ni siquiera conozco. Siempre sereno y decidido, ocupado tan sólo por aquello que parecía importarle y poco más, y entregado en alma y corazón a aquello que llegaba realmente a apasionarle. Tan sólo confío en que nunca le abandone esa fuerza que tiene y sepa reponerse aun incluso de golpes tan duros. Sin que sirva de mucho una parte de mi corazón está hoy, y estará siempre, con él pues al final todos venimos de un mismo lugar.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura


Deja que te guíe siempre a lo más alto


Y que por más que pase el tiempo siga sabiendo arrancarme esa sonrisa única de admiración y satisfacción que él y tan sólo él es capaz de lograr en cualquier mañana de domingo. Aunque sea sentada sola en un sofá que no es el mío, aunque sea bajo régimen de contención para no alarmar a vecinos ajenos o no ganarme miradas de incomprensión que llegan desde la cocina donde los hay que se afanan en cuidarme con mimo.
Hacía un año que el mundo del motociclismo no disfrutaba de su gran sonrisa en lo alto del podio, hacía un año que no le veíamos cruzar la meta en primer lugar entre vítores y aplausos. Hacía un año que la grada no rugía a su paso en cada curva. Y hoy por fin, un año después, y en ese trazado que se ha vuelto tan especial con el tiempo, en casa y con ese amigo eterno fundido en alas a su espalda, se ha alzado por encima de los demás para conquistar lo más alto de ese podio donde tan sólo caben tres.
Resulta admirable, mágico en toda su esencia, como consigue después de tantos años, de tantos títulos, y de tanto como ha demostrado; seguir emocionándose con cada victoria como si se tratase de un principiante más que llega por vez primera al corralito de la máxima categoría.

Sin duda alguna él y tan sólo él es y será el rey. Los demás meros príncipes con aspiraciones al título.












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Préstame tus fuerzas, dame tu ternura